En la actualidad hay muchos productores, especialmente los más grandes, que regalan sus machos, aunque también hay un porcentaje no menor que los vende al nacimiento o los cría y los vende para engorda o ya terminados”, afirma Pedro Meléndez, investigador de campo de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Georgia, Estados Unidos.
El problema de la segunda opción es que la crianza involucra altos costos, lo que acota los márgenes para negociar un precio adecuado por la venta de esos animales.
Por ello en la industria existe consenso de que la mejor forma para rentabilizar la crianza o engorda de los machos de lechería es cambiar el actual esquema de trabajo, y apostar por una estrategia integral que propicie aspectos como la asociatividad entre los productores, el aprovechamiento de las nuevas técnicas nutricionales para mejorar la ganancia de peso de los animales y el uso de nuevas herramientas que ayuden a complementar el trabajo del campo.
Fuente: El Mercurio Campo 03 de Junio de 2019