En la búsqueda de volverse más sustentables, generando menos impacto en el medioambiente y optimizando la productividad y calidad de las praderas, los ganaderos incorporan de manera creciente el uso de biofertilizantes, en reemplazo de fertilizantes sintéticos.
“La biofertilización es un procedimiento por el que un microorganismo toma el nitrógeno del aire y lo aporta al cultivo de forma biológica, haciendo que esté disponible durante todo el ciclo del cultivo de manera efectiva y controlada”, explica Gala García, General Manager de Symborg LATAM.
Esto porque, en general, los biofertilizantes se basan en la mezcla de diversas rizobacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico y promotoras del crecimiento vegetal, donde las más comunes son aquellas del género Rhizobium.
Este procedimiento, que hoy día puede implementarse en todos los cultivos, destaca García, no reemplaza en su totalidad a la fertilización química, sino que permite optimizarla y complementarla ya que el nitrógeno aportado vía fijación es más eficiente que los aportes al suelo, y no se pierde por lixiviación en caso de lluvias.
Esto repercute en una fertilización más eficiente y en un ahorro en los costes de producción.
Fuente: El Mercurio Campo 13 de Diciembre 2021